Ventana

VENTANA significa ventana. Abrir una ventana hacia un álbum de tangos evoca de inmediato paisajes de pampas y pasos acompasados en tabernas de dudosa fama, con el repertorio habitual de miradas melancólicas y rosas entre los dientes. Sin embargo, al abrir la ventana hacia el tango más allá del año 2000, aparece nuestro mundo, nuestras ciudades cruzadas por existencias no siempre poéticas, sonidos discordantes y solitudes silenciosas. Siguiendo la tradición de Gardel y Piazzolla, Tangocinco recorre esta condición posmoderna de dramas sofocados, dándole voz a través de sus ritmos y con el calor de su pathos, disipando los inviernos interminables. Ampliar la ventana de Tangocinco significa invitar, como delicadas brisas primaverales, la inquietud de las cuerdas, los sentimientos extravagantes del flauta y el piano, las paradojas del jazz; también significa mantener esta ventana abierta y captar las sugerencias de una música que se desarrolla a lo largo de narrativas de encrucijadas e inesperados acontecimientos, historias que hablan de nosotros, nos muestran las convulsiones y ansiedades de nuestro tiempo, guiando nuestros pasos en el aire de armonías distantes, pero tan cercanas.